domingo, 27 de septiembre de 2009

El Gran Duelo




Los días en esta casa son pesados, y mi nombre no resuena, porque ya no me llamas, ya no me necesitas, eres el creador de esa situación que siempre quise evitar y eres el dueño de esos días que no quería vivir pero tampoco morir. Pensé en ti ahora, y pienso en ti mañana, porque me haces bien pero no me curas los daños, los escupes, los observas y no haces nada. Me inspiras, más no repulsión, me inspiras a contar lo que siento, me invitas con tus abrazos a mostrar mis heridas, me llamas a hablar y a no oír, porque si oigo entendería y no seria bueno entender lo que pasa, ¿Sabes que sucede?, que no me dejas tranquila, abusas de tu poder, porque sabes que me tienes, pero también sabes que yo no te tengo, sabes que te pierdo.

Mercurio eres en mis manos y como lo que eres brillas a mis ojos, je t’adore, por tus labios, tan solo quiero oírlos en mi boca.